DISCURSO SOBRE EL ESTADO DE LA UNION
DEL PRESIDENTE WILLIAM JEFFERSON CLINTON
 19 de enero de 1999
 

Capitolio de los Estados Unidos
Washington, D.C.

9:10 P.M. Hora del Este

EL PRESIDENTE: Sr. Presidente de la Cámara, Sr. Vicepresidente, miembros del Congreso, distinguidos invitados, compatriotas: Esta noche me honro en rendirles informe sobre el Estado de la Unión.

Permtanme comenzar con un saludo al nuevo Presidente de la Càmara, y agradecerle, esta noche especialmente, que haya extendido una invitacion a dos personas especiales que estßn sentadas en la galera con la Sra. Hastert:  Lyn Gibson y Wei Ling Chestnut son las viudas de dos valientes policas del Capitolio que ofrendaron sus vidas para defender la casa de la libertad.  (Aplausos.)

Sr. Presidente de la Cámara, en su toma de posesión, usted pidió que trabajaramos todos en colaboración en un espíritu de civilidad y sin partidismos.  Sr. Presidente de la Camara, hagamos exactamente eso.  (Aplausos.)

Esta noche, comparezco ante ustedes para informar que los Estados Unidos han creado la expansión económica en tiempo de paz más larga de nuestra historia -- (aplausos) -- con casi 18 millones de nuevos trabajos, con elevación de los salarios a más del doble de la tasa de inflación, el màs alto número de casas propias en la historia, la más baja nómina de asistencia social en 30 años, y el más bajo desempleo en tiempos de paz desde 1957.  (Aplausos).

Por primera vez en tres décadas, se ha equilibrado el presupuesto.   (Aplausos.)  De un déficit de US$290 mil millones en 1992, tuvimos un superàvit de $70 mil millones el año pasado.  Y ahora estamos en camino de superavits del presupuesto para los proximos 25 años.  (Aplausos.)

Gracias al liderazgo pionero de todos ustedes, tenemos la tasa de crimen más baja en un cuarto de siglo y el medio ambiente más limpio en un cuarto de siglo.  Los Estados Unidos son una fuerza potente para la paz desde Irlanda del Norte a Bosnia y hasta el Medio Oriente.

Gracias al liderazgo del Vicepresidente Gore, tenemos un gobierno para la Era de la Informática.  De nuevo, un gobierno que es un instrumento progresivo del bien común, con raíces en nuestros valores más antiguos de oportunidad, responsabilidad y comunidad; dedicado a la responsabilidad fiscal; determinado a dar a nuestra gente las herramientas que necesitan para sacar el mejor provecho de sus propias vidas en el siglo XXI -- un gobierno del siglo XXI para los Estados Unidos del siglo XXI. Compatriotas, comparezco ante ustedes esta noche para informar que el estado de nuestra unión es fuerte.  (Aplausos.)

Los Estados Unidos están funcionando de nuevo.  La promesa de nuestro futuro no tiene límites.  Pero no podemos realizar esa promesa si permitimos que el zumbido de nuestra prosperidad nos arrulle a la complacencia.  Como nos vaya como nación cuando esté avanzado el siglo XXI dependerá de lo que hagamos como nación hoy.
De modo que con nuestro superévit presupuestario en crecimiento, nuestra economía en expansión, nuestra confianza en aumento, este es el momento para que esta generación satisfaga nuestra responsabilidad histórica para el siglo XXI.

Nuestra disciplina fiscal nos da una oportunidad insuperable de hacer frente a un extraordinario nuevo reto -- el envejecimiento de los Estados Unidos.  Con el número de Norteamericanos de edad avanzada duplicándose para el año 2030, la explosión de bebés que tuvo lugar en décadas anteriores se convertirá en una explosión de personas de edad avanzada.  Así que primero, y antes que nada, debemos salvar el Seguro Social para el siglo XXI.  (Aplausos.)

A principios de este siglo, ser viejo significaba ser pobre.  Cuando el Presidente Roosevelt creó el Seguro Social, miles escribieron para agradecerle lo que una mujer llamá el terror riguroso de una vejez desamparada y sin un centavo.  Incluso hoy en día, sin el Seguro Social, la mitad de las personas de edad avanzada de nuestra nación se verían obligadas a la pobreza.

Hoy en día, el Seguro Social es fuerte.  Pero para el  2013, los impuestos sobre nóminas no serán suficientes para cubrir los pagos mensuales.  Para el 2032, el fondo fiduciario se extinguirá y el Seguro Social no podré pagar las prestaciones plenas que se han prometido a los Norteamericanos de edad avanzada.

El mejor modo de mantener el Seguro Social con una garantía sólida como una roca no es hacer reducciones drásticas a las prestaciones, ni elevar las tasas de impuestos sobre nómina, ni extinguir los recursos del Seguro Social en aras de salvarlo.  En vez de hacer esto, propongo que tomemos la decisión histórica de invertir el superávit para salvar el Seguro Social.  (Aplausos.)

Específicamente, propongo que dediquemos al Seguro Social el 60 por ciento del superávit del presupuesto durante los próximos 15 años, invirtiendo una pequeña parte en el sector privado, justo como haría cualquier fondo de retiro privado o de gobierno estatal.  Esto nos ganará un mayor ródito y mantendrá saludable el Seguro Social por 55 años.

Pero debemos de aspirar a más.  Debemos poner el Seguro Social en una base sálida para los próximos 75 años.  Debemos reducir la pobreza entre mujeres de edad avanzada, cuya probabilidad de ser pobres es casi el doble de la de otras personas de edad.  (Aplausos.)  Y debemos eliminar los límites de lo que pueden ganar las personas de edad que reciben Seguro Social.  (Aplausos.)

Ahora bien, estos cambios requerirán decisiones difíciles pero plenamente alcanzables por encima y más allá de la dedicación del superávit.  Estos cambios deben tomarse dentro de una base bipartidaria.  Deben tomarse este año.  Así que permítanme decirles esta noche, extiendo mi mano a todos ustedes en ambas Cámaras, en ambos partidos, y les pido que nos unamos para decirles conjuntamente al pueblo norteamericano:  Vamos a salvar el Seguro Social ahora.  (Aplausos.)

Ahora bien, el año pasado reservamos sabiamente todo el superávit hasta que supiéramos lo que se necesitaría para salvar el Seguro Social.  Repito, no debemos gastar ni un centavo --hasta después que el Seguro Social se haya salvado de veras.  Organicemos nuestras prioridades.  (Aplausos.)

Segundo, una vez que hayamos salvado el Seguro Social, debemos cumplir nuestra obligación de salvar y mejorar el Medicare.  Ya hemos extendido la duración del fondo fiduciario de Medicare 10 años -- pero debemos extenderlo por lo menos otra década.  Esta noche, propongo que usemos uno de cada US$6 del superávit durante los próximos 15 años para garantizar la solidez de Medicare hasta el año 2020.  (Aplausos.)

Pero, de nuevo, debemos aspirar a más.  Debemos estar dispuestos a trabajar de modo bipartidario y buscar nuevas ideas, incluyendo el informe que se avecina de la Comisión de Medicare bipartidaria.  Si trabajamos en colaboración, podemos garantizar Medicare para las próximas dos décadas y cubrir la necesidad más creciente de personas de edad --medicamentos por receta costeables.  (Aplausos.)

Tercero, debemos ayudar a todos los norteamericanos, desde su primer día en el trabajo -- a ahorrar, invertir, crear riqueza.  Desde su comienzo, los norteamericanos han suplementado el Seguro Social con pensiones y ahorros privados.  A pesar de eso, hoy en día, millones de personas se jubilan con poco para vivir además del Seguro Social.  Los norteamericanos que viven más que nunca sencillamente necesitan ahorrar más que nunca.

Por consiguiente, además de salvar el Seguro Social y el Medicare, propongo una nueva iniciativa de pensiones para la jubilación con seguridad en el siglo XXI.  Propongo que usemos un poquito más del 11 por ciento del superávit para establecer cuentas de ahorro universales -- cuentas de EE.UU. -- para proporcionar a todos los norteamericanos los medios de ahorrar.  Con estas nuevas cuentas, los norteamericanos pueden invertir según elijan y recibir fondos que equiparen una porción de sus ahorros, con ayuda adicional para los que tienen menos capacidad de ahorrar.  Las cuentas de EE.UU. ayudarán a todos los norteamericanos a compartir la riqueza de nuestra nación y disfrutar de una jubilación más segura.  Les pido que respalden este proyecto.  (Aplausos.)

Cuarto, debemos invertir en atención a largo plazo.  (Aplausos.)  Propongo un crédito fiscal de US$1,000 para las personas de edad avanzada, enfermas o incapacitadas, y las familias que se ocupan de ellas.  La atención a largo plazo se convertirá en un reto cada vez más grande con el envejecimiento de los Estados Unidos, y debemos hacer más para ayudar a que nuestras familias le hagan frente.  (Aplausos.)

Nací en 1946, el primer año de la explosión de bebés.  Puedo decirles que una de las principales preocupaciones de nuestra generación es nuestra determinación absoluta de no permitir que nuestro envejecimiento se convierta en una carga intolerable para nuestros hijos y su capacidad de criar a nuestros nietos. Nuestro éxito económico y nuestra disciplina fiscal ahora nos dan la oportunidad de quitar esa carga de sus hombros, y debemos hacerlo.  (Aplausos.)

Salvar el Seguro Social, Medicare, crear cuentas de EE.UU. -- este es el modo correcto de usar el superávit.  Si lo hacemos -- si lo hacemos -- tendremos aún recursos para satisfacer necesidades críticas en educación y defensa.  Y quiero señalar que esta propuesta tiene solidez fiscal.  Escuchen esto:  Si separamos el 60 por ciento del superávit para el Seguro Social y el 16 por ciento para Medicare, durante los próximos 15 años, ese ahorro logrará el nivel más bajo de deuda pública desde justo antes de la Primera Guerra Mundial, en 1917.  (Aplausos.)

De modo que con estas cuatro medidas -- salvar el Seguro Social, fortalecer Medicare, establecer las cuentas de EE.UU., respaldar la atención a largo plazo -- podemos comenzar a satisfacer la responsabilidad histórica de nuestra generación de establecer verdadera seguridad para las personas de edad del siglo XXI. Ahora hay más niños de orígenes más diversos en nuestras escuelas públicas que en ningún momento de nuestra historia.  Su educación debe proporcionar el conocimiento y fomentar la creatividad que permitirá que toda nuestra nación prospere bajo las nuevas condiciones económicas.

Hoy podemos decir algo que no podíamos decir hace seis años:  Con créditos fiscales y préstamos estudiantiles más costeables, con más becas de estudio y trabajo y más becas Pell, con IRA para la educación y la nueva reducción de impuestos de las Becas HOPE que más de cinco millones de norteamericanos recibirán este año, hemos abierto finalmente las puertas de la universidad a todos los norteamericanos.  (Aplausos.)

Con nuestro respaldo, casi todos los estados han establecido normas académicas más elevadas para las escuelas públicas, y se está forjando una prueba nacional voluntaria para medir el progreso de nuestros estudiantes.  Con más de mil millones de dólares en descuentos disponibles este año, estamos bien en camino de lograr nuestra meta de conectar todas las clases y bibliotecas a la Internet.

El otoño pasado, ustedes aprobaron nuestra propuesta de comenzar a contratar 100,000 nuevos maestros para reducir el tamaño de las clases en los primeros grados.  Ahora les pido que completen esa tarea.  (Aplausos.)

Como ustedes saben, nuestros niños están desempeñándose mejor.  Los resultados de las pruebas SAT se han elevado; los resultados en matemáticas han mejorado en casi todos los grados.  Pero hay un problema.  Aunque nuestros alumnos de cuarto grado tienen un mejor desempeño que los alumnos de cuarto grado de otros países en matemáticas y ciencias, nuestros alumnos de octavo grado están cerca del promedio y nuestros alumnos de duodécimo grado son casi los últimos.  Debemos mejorar.  Ahora todos los años el gobierno nacional invierte más de 15 mil millones de dólares en nuestras escuelas públicas.  Creo que debemos cambiar el modo en que invertimos ese dinero, para respaldar lo que funciona y dejar de respaldar lo que no funciona.  (Aplausos.)
 
 

Primero, en el transcurso de este año, enviará al Congreso un plan que, por primera vez, responsabiliza a los estados y distritos escolares del progreso y los recompensa por los resultados.  Mi Ley de Responsabilidad en la Educación requerirá que todos los distritos escolares que reciben ayuda federal den los siguientes cinco pasos.

Primero, todas las escuelas deben cesar las promociones sociales.  (Aplausos.)  Ningún niño debe graduarse de la escuela secundaria con un diploma que no puede leer.  No favorecemos a nuestros niños cuando les permitimos pasar de un grado a otro sin que dominen el material.

Pero no podemos conformarnos con impedirles el avance a los estudiantes porque el sistema les falle.  De modo que mi presupuesto equilibrado triplica los fondos para programas de cursos de verano y después de clases, para que un millón de niños sigan aprendiendo.  (Aplausos.)

Ahora bien, si dudan que esto funcione, basta con mirar a Chicago, que terminó las promociones sociales e hizo obligatorios los cursos de verano para los que no dominan el material básico.  Los resultados en matemáticas y lectura han mejorado tres años seguidos -- con algunas de las mayores mejoras en algunos de los barrios más pobres.  Funcionará y debemos hacerlo.  (Aplausos.)

Segundo, todos los estados y distritos escolares deben mejorar sus escuelas con peores desempeño -- o cerrarlas.  (Aplausos.)  Esa es la norma establecida en la Carolina del Norte por el Gobernador Jim Hunt.  Carolina del Norte tuvo los mayores incrementos en resultados de pruebas en la nación durante el año pasado.  Nuestro presupuesto incluye 200 millones de dólares para ayudar a que los estados conviertan en éxito el fracaso de algunas de sus propias escuelas.

Tercero, todos los estados y distritos escolares deben ser responsables de la calidad de sus maestros.  La gran mayoría de nuestros maestros hacen un buen trabajo.  Pero en demasiadas escuelas, los maestros no tienen especialidad --o ni siquiera subespecialización -- en las materias que enseñan.  A los nuevos maestros se les debe exigir que pasen exámenes de desempeño, y todos los maestros deben conocer las materias que enseñan.  (Aplausos.)  El presupuesto equilibrado de este año contiene recursos para ayudarles a alcanzar normas más elevadas.

Y para atraer nuevos maestros talentosos a las asignaciones más difíciles, recomiendo un aumento de seis veces a nuestro programa de becas universitarias para estudiantes que se comprometen a enseñar en el área central de las ciudades y en áreas rurales aisladas y comunidades indígenas.  Llevemos la excelencia a todas partes del país.  (Aplausos.)

Cuarto, debemos facultar a los padres con más información y más opciones.  En demasiadas comunidades, es más fácil obtener información sobre la calidad de los restaurantes locales que sobre la calidad de las escuelas locales.  Todo distrito escolar debe emitir evaluaciones de todas las escuelas.  Y los padres deben tener más opción de seleccionar sus escuelas públicas.  (Aplausos.)

Cuando me convertíen presidente, había solamente una escuela pública independiente con fondos especiales en todo el país.  Con nuestro apoyo, de modo bipartidario, hoy hay 1,100.  Mi presupuesto garantiza que a principios del próximo siglo habrá 3,000.  (Aplausos.)

Quinto, para garantizar que nuestras aulas sean verdaderamente locales de aprendizaje, y en respuesta a lo que los maestros llevan años pidiéndonos que hagamos, debemos decir que todos los estados y distritos escolares deben adoptar e implementar normas disciplinarias sensatas.  (Aplausos.)

Ahora, otra cosa más por nuestros niños.  Hoy, demasiadas de nuestras escuelas están tan viejas que se están cayendo, o tan congestionadas que los estudiantes aprenden en remolques que se han convertido en aulas.  El otoño pasado, el Congreso dejó pasar la oportunidad de cambiar eso.  Este año, con 53 millones de niños en nuestras escuelas, el Congreso no debe dejar pasar esa oportunidad de nuevo.  Les pido que ayuden a que nuestras comunidades construyan o modernicen 5,000 escuelas.  (Aplausos.)

Si hacemos estas cosas -- acabamos con las promociones sociales; convertimos en exitosas las escuelas que están fracasando; construimos escuelas modernas; respaldamos a maestros competentes; promovemos la innovacin, competencia y disciplina -- entonces comenzaremos a satisfacer la responsabilidad histórica de nuestra generación de crear escuelas del siglo XXI.  (Aplausos.)

Ahora, también tenemos que hacer más por respaldar a los millones de padres que dan todo lo que tienen a diario en casa y en el trabajo.  La herramienta más básica de todas es un ingreso decente.  De modo que aumentemos el salario mínimo en un dólar por hora en los dos próximos años.  (Aplausos.)  Y asegurèmonos de que las mujeres y los hombres reciben igual pago por el mismo trabajo reforzando el cumplimiento de las leyes de equiparación de pagos.  (Aplausos.)

Eso fue estimulante, saben?  (Risas.)  Los asientos están más equilibrados.  Eso me gusta.  Démosles un aplauso.  Qué bueno!  (Aplausos.)

Los padres que trabajan también necesitan cuidado de calidad a los niños.  (Aplausos.)  De modo que, este año de nuevo, pido al Congreso que apoye nuestro plan para créditos fiscales y subsidios para las familias que trabajan, para mejoras en la seguridad y calidad, para expansión de programas después de clases.  Y nuestro plan también incluye un nuevo crédito fiscal para los padres que permanecen en casa también.  Necesitan respaldo también.  (Aplausos.)

Los padres no deben tener que preocuparse jamás de tener que escoger entre sus hijos y su trabajo.  Ahora, la Ley  de Permiso Familiar y Médico -- la primera ley que yo firmé --ha ayudado, a partir de 1993, a que millones y millones de norteamericanos cuiden a un bebé recién nacido o a un familiar enfermo sin poner en peligro su trabajo.  Creo que es hora, con toda la evidencia de que ha sido tan poca carga a los empleadores, de ampliar el Permiso Familiar a 10 millones más de norteamericanos que trabajan para compañías más pequeñas.  Y espero que ustedes lo respalden.  (Aplausos.)

Finalmente en materia de trabajo, los padres no deberían nunca tener que enfrentarse a discriminación en el trabajo.  De modo que quiero pedirle al Congreso que prohíba que las Compañías rehusen contratar o ascender a trabajadores sencillamente porque tienen hijos.  Eso no está bien.  (Aplausos.)

Las familias de los Estados Unidos se merecen la mejor atención médica del mundo.  Gracias al respaldo federal bipartidario a investigaciones médicas, estamos ahora al borde de nuevos tratamientos para prevenir o retardar enfermedades desde el mal de Parkinson hasta el mal de Alzheimer, de la artritis al cáncer.  Pero a medida que continuamos nuestros avances en las ciencias médicas, no podemos permitir que nuestro sistema médico se quede rezagado.  La atención administrada ha transformado literalmente la medicina en los Estados Unidos -- reduciendo costos, pero amenazando con reducir la calidad también.

Creo que debiéramos decir a todos los norteamericanos que deben tener derecho a conocer todas sus opciones médicas -- no solamente la más barata.  Si necesitan un especialista, deben tener derecho a ver uno.  Tienen derecho a la atención de emergencia más cercana si sufren un accidente.  Estas son cosas que debemos decir.  Y creo que debiéramos decir, tienen derecho a conservar su médico durante un período de tratamiento, ya sea embarazo o tratamiento de quimioterapia, o cualquier otra cosa.  Esto lo creo.

Ahora, he ordenado que estos derechos se extiendan a los 85 millones de norteamericanos que son atendidos por Medicare, Medicaid y otros programas federales de salud.  Pero únicamente el Congreso puede pasar una ley de derechos humanos del paciente para todos los norteamericanos.  (Aplausos.)  Ahora bien, el año pasado, el Congreso dejó pasar esa oportunidad y no debemos dejar pasar esa oportunidad de nuevo.  Por el bien de nuestras familias, les pido que nos unamos pasando por encima de las líneas partidarias y aprobemos una ley de derechos del paciente vigorosa y que se pueda hacer cumplir.  (Aplausos.)

A medida que más historiales médicos se almacenan por medios electrónicos, la amenaza a nuestra privacidad aumenta.  Debido a que el Congreso me ha dado autoridad para actuar si el Congreso no lo hace para agosto, de un modo u otro, podemos decir al pueblo norteamericano, protegeremos el carácter confidencial de los historiales médicos y lo haremos este a±o.  (Aplausos.)

Ahora bien, hace dos años, el Congreso extendió la cobertura de salud hasta llegar a abarcar cinco millones de niños.  Ahora, debemos hacer mucho más que eso.  Debemos facilitar que los pequeños negocios ofrezcan seguro de salud.  Debemos dar a las personas entre 55 y 65 años de edad que pierdan su seguro de salud, la oportunidad de adquirir Medicare.  Y debemos seguir garantizando el acceso a la planificación familiar.

Nadie debe tener que decidir entre conservar su programa de atención a la salud o aceptar un trabajo.  Y, por consiguiente, esta noche les pido especialmente que unan sus manos para pasar la extraordinaria legislación bipartidaria -- propuesta por los Senadores Kennedy y Jeffords, Roth y Moynihan -- para permitir que las personas con incapacidades conserven su seguro de salud cuando vayan a trabajar.  (Aplausos.)

Necesitamos capacitar a nuestros hospitales públicos, nuestra comunidad, nuestros centros de salud universitarios para que proporcionen atención básica y costeable para los millones de familias obreras que no tienen ningún seguro.  Se ha hecho mucho por este problema, pero se puede hacer mucho más.  Y mi presupuesto equilibrado es un buen punto de partida hacia el logro de esa meta.  Espero que piensen en ellos y que respalden esa disposición.

Déjenme decirles que debemos aumentar nuestros esfuerzos para el tratamiento y prevención de enfermedades mentales.  Ningún norteamericano debe temer -- jamás -- atenderse esta enfermedad.
Este año, serviremos de anfitriones en la Casa Blanca a una Conferencia sobre Salud Mental.  Con sensibilidad, dedicación y pasión, Tipper Gore dirige nuestros esfuerzos en esta área, y me gustaría darle las gracias por lo que ha hecho.  Gracias.  Gracias.  (Aplausos.)

Como todo el mundo sabe, nuestros niños son objetivo de una campaña masiva de los medios de comunicación para que se envicien con cigarrillos.  Ahora, le pido a este Congreso que resista al cabildeo de la industria del tabaco, para reafirmar la autoridad de la FDA de proteger a nuestros niños del tabaco, y considerar responsables a las  companías tabacaleras al mismo tiempo que se protege a agricultores tabacaleros.

Fumar ha costado a los contribuyentes cientos de miles de millones de dólares por concepto de Medicare y otros programas.  Ustedes saben, los estados han tenido razón sobre esto -- los contribuyentes no debieran pagar por el costo de cáncer del pulmón, enfisema y demás enfermedades relacionadas con el hábito de fumar -- deben pagar las compañías tabacaleras.

De modo que esta noche anuncio que el Departamento de Justicia está preparando un plan de litigio para hacer comparecer ante los tribunales a las compañías tabacaleras -- y con los fondos que recuperemos, fortaleceremos el Medicare.  (Aplausos.)

Ahora bien, si actuamos en estas áreas -- salario mínimo, permiso familiar, cuidado de niños, atención a la salud, la seguridad de nuestros niños -- entonces podremos comenzar a satisfacer la responsabilidad histórica de nuestra generación de fortalecer a nuestras familias para el siglo XXI.

Hoy, los Estados Unidos tienen el sistema económico más dinámico, competitivo y creador de trabajos de la historia.  Pero podemos mejorar aún más -- creando una economía del siglo XXI que incluya a todos los norteamericanos.

La diferencia de ingresos hoy en día es en gran parte una diferencia de habilidades adquiridas.  El año pasado, el Congreso pasó una ley que permitía a los trabajadores obtener subvenciones de adquisición de habilidades para seleccionar la capacitación que necesitaran.  Y aplaudo a todos ustedes que están aquí que tomaron parte en eso.  Este año, recomiendo un compromiso de cinco años en el nuevo sistema de modo que podamos proporcionar, a lo largo de los próximos cinco años, debidas oportunidades de capacitación para todos los norteamericanos que pierdan su trabajo, y ampliar los equipos de respuesta rápida para ayudar a todas las poblaciones que se han visto gravemente afectadas cuando cierran las empresas.  Espero que respalden esto.  (Aplausos.)

También, les pido su respaldo para un aumento considerable en el apoyo federal para la alfabetización de adultos, para llevar a cabo una campaña nacional dirigida a ayudar a los millones y millones de trabajadores que todavía leen a menos del nivel de quinto grado.  Necesitamos hacer esto.  (Aplausos.)

He aquí buenas noticias:  En los últimos seis años, hemos reducido las nóminas de asistencia social en casi la mitad.  (Aplausos).  Hace dos años, desde este estrado, pedí a cinco companías que dirigieran un esfuerzo nacional a contratar personas que recibían asistencia social.  Esta noche, Nuestra Asociación de Trueque de Asistencia Social por Trabajo incluye 10,000 compañías que han contratado cientos de miles de personas.  Y nuestro presupuesto equilibrado ayudará a que otras 200,000 personas pasen a poder tener  la dignidad y el orgullo de trabajar.  Espero que ustedes lo respalden.  (Aplausos.)

Debemos esforzarnos más por llevar la chispa de la empresa privada a cada rincón de los Estados Unidos -- construir un puente desde Wall Street hasta los Apalaches, hasta el Delta del Mississippi, a nuestras comunidades amerindias -- con más apoyo para bancos de fomento comunitarios, para zonas de energización, para 100,000 más vales para la adquisición de viviendas costeables.
Y le pido al Congreso que respalde nuestro audaz nuevo plan para ayudar a que las empresas reunan hasta 15 mil millones de dólares en capital del sector privado para llevar trabajos y oportunidades a las secciones centrales de nuestras ciudades y áreas rurales -- con créditos fiscales, garantías para préstamos, incluyendo la nueva Compañía Americana de Inversiones Privadas, que sigue el modelo de la Compañía de Inversiones Privadas en el Extranjero.  (Aplausos.)

Durante muchos años, hemos tenido esta OPIC, esta Corporación de Inversiones Privadas en el Extranjero, debido a que sabíamos que teníamos mercados extranjeros que no habíamos penetrado.  Pero nuestros mayores mercados sin penetrar no estßn en el extranjero -- están aquí mismo en casa.  Y debemos ir tras ellos.  (Aplausos.)

Debemos trabajar esforzadamente para ayudar a que la prosperidad vuelva a las granjas familiares.  (Aplausos).  Como este Congreso sabe muy bien, la caída de los precios y la pérdida de mercados extranjeros han devastado demasiadas granjas familiares.  El año pasado, el Congreso proporción considerable asistencia para ayudar a impedir un desastre en la agricultura norteamericana.  Y estoy listo para colaborar con legisladores de ambos partidos para crear una red de seguridad para agricultores que incluya reforma de seguros de cosechas y asistencia  a ingresos campesinos.  Les pido que se unan conmigo y que hagamos esto.  Esto no debe ser un asunto de política.  Todo el mundo sabe que el problema económico está ocurriendo hoy en día en las zonas rurales de Estados Unidos, y necesitamos medios adecuados para hacerle frente.  (Aplausos.)

Debemos fortalecer nuestra preponderancia en tecnología.  Fue la inversión gubernamental lo que llevó a la creación de la Internet.  Propongo un aumento del 28 por ciento en investigaciones a largo plazo de computación.

También debemos estar listos para el siglo XXI desde su mismo primer momento, resolviendo el llamado problema de computadoras del año 2000.  (Aplausos.)  Un miembro del Congreso se puso de pie y aplaudió.  (Risas.)  Y tal vez tengamos esa proporción allí en casa aplaudiendo frente al aparato de televisión.  Pero recuerden que este es un problema muy, muy grave.  Y hemos estado trabajando esforzadamente en él.  Ya nos hemos asegurado de que los cheques del Seguro Social lleguen a tiempo.

Pero deseo que toda la gente en casa que están oyendo esto sepan que necesitamos que todos los gobiernos estatales y locales, todas las empresas, grandes y pequeñas, colaboren con nosotros para garantizar que este problema de computadoras del año 2000 se recuerde como el último dolor de cabeza del siglo XX y no la primera crisis del siglo XXI.  (Aplausos.)

Para nuestra propia prosperidad, debemos apoyar el crecimiento económico en el extranjero.  Ustedes saben, hasta hace poco, un tercio de nuestro crecimiento económico procedía de las exportaciones.  Pero durante el pasado año y medio, confusiones financieras en el extranjero han puesto en peligro ese crecimiento.  Hoy en día, gran parte del mundo está en recesión, con Asia especialmente afectada.  Esta es la crisis financiera más seria en medio siglo.  Para hacerle frente, los Estados Unidos y otras naciones han reducido las tasas de interís y fortalecido el Fondo Monetario Internacional.  Y aunque esta desestabilización no se ha sobrepasado, hemos colaborado muy esforzadamente con otras naciones para contenerla.

Al mismo tiempo, tenemos que seguir trabajando en el proyecto a largo plazo de construir un sistema financiero  a nivel mundial para el siglo XXI que promueva la prosperidad y controle el ciclo de altas y bajas en el que se ha sumido gran parte de Asia.  En el próximo mes de junio me reuniré con otros líderes del mundo para hacer avanzar este objetivo histórico.  Y pido que todos ustedes respalden nuestros esfuerzos.

También les pido que respalden la creación de un sistema de comercio más libre y más justo para los Estados Unidos del siglo XXI.  (Aplausos.)

Quisiera decir algo verdaderamente grave a todos en esta cámara en ambos partidos.  Creo que el comercio nos ha dividido, y dividido a los norteamericanos fuera de esta cámara, durante demasiado tiempo.  De algún modo tenemos que encontrar un terreno común en que las empresas y trabajadores y defensores del medio ambiente y campesinos y el gobierno puedan formar filas.  Creo que éstas son las cosas en que todos debíamos estar de acuerdo.  Así que déjenme intentarlo.

Primero, debemos derrocar barreras, abrir mercados y expandir el comercio.  Pero al mismo tiempo, debemos garantizar que los ciudadanos comunes y corrientes de todos los países se beneficien realmente del comercio -- (aplausos) -- un comercio que promueva la dignidad del trabajo, y los derechos de los trabajadores, y proteja el medio ambiente.  Debemos insistir en que las organizaciones de comercio internacional están más abiertas al escrutinio público, en vez de ser cosas misteriosas y secretas sujetas a críticas desenfrenadas.

Yendo al grano, ahora que la economía mundial se está haciendo cada vez más integrada, tenemos que hacer en el mundo lo que nos hemos pasado haciendo la mayor parte de este siglo en casa.  Tenemos que ponerle una cara humana a la economía mundial.  (Aplausos.)

Debemos hacer cumplir nuestras leyes de comercio cuando las importaciones inundan en forma ilegal nuestra nación.  (Aplausos.)  Ya he informado al gobierno de Japón que si la sábita ola de importaciones de acero de esa nación en nuestro país no se invierte, los Estados Unidos responderán.  (Aplausos.)

Debemos ayudar a todos los fabricantes gravemente afectados por la presente crisis con garantías para préstamos y otros incentivos para aumentar las exportaciones norteamericanas en casi dos mil millones de dólares.  Quisiera creer que podemos lograr un nuevo consenso en comercio, basado en estos principios.  Y le pido de nuevo al Congreso que se una a mí en esta estrategia común y dió al Presidente la autoridad en materia de comercio que se usó por mucho tiempo cuya necesidad es evidente -- para hacer avanzar nuestra prosperidad en el siglo XXI.  (Aplausos.)

Esta noche, hago un llamado a las naciones del mundo para que se unan a los Estados Unidos en una nueva ronda de negociaciones sobre comercio mundial para expandir las exportaciones de servicios, fabricantes y productos agrícolas.  Esta noche digo que colaboraremos con la Organización Laboral Internacional en una nueva iniciativa para elevar las normas laborales en todo el mundo.  Y este año conduciremos a la comunidad internacional a celebrar un tratado que prohiba el trabajo infantil abusivo en el mundo.  (Aplausos.)

Si hacemos estas cosas -- invertimos en nuestra gente, nuestras comunidades, nuestra tecnología, y vamos a la cabeza en la economía mundial -- entonces comenzaremos a satisfacer nuestra responsabilidad histórica de construir una prosperidad del siglo XXI para los Estados Unidos.

Ustedes saben, ninguna nación en la historia ha tenido la oportunidad y la responsabilidad que ahora tenemos para dar forma a un mundo que es más pacífico, más seguro, más libre.  Todos los norteamericanos podemos estar orgullosos de que nuestro liderazgo ayudara a traer paz a Irlanda del Norte.  Todos los norteamericanos podemos sentirnos orgullosos de que nuestro liderazgo haya puesto a Bosnia en camino de la paz.  Y con nuestros aliados de la OTAN, estamos presionando al gobierno serbio para que ponga fin a su brutal represión en Kosovo -- (aplausos) --para llevar ante la justicia  a los responsables, y dar al pueblo de Kosovo el autogobierno que merece.
 

Todos los norteamericanos pueden sentirse orgullosos de que nuestro liderazgo haya renovado la esperanza de una paz duradera en el Medio Oriente.  Algunos de ustedes estaban conmigo en diciembre pasado cuando vimos al Consejo Nacional Palestino renunciar completamente a su llamado a la destrucción de Israel.  Ahora pido al Congreso que proporcione recursos de modo que todas las partes puedan implementar el Acuerdo Wye -- para proteger la seguridad de Israel, estimular la economía palestina, apoyar a nuestros amigos en Jordania.  No debemos y no podemos arriesgarnos a defraudarlos.  Espero que ustedes ayuden.  (Aplausos.)

Trabajando por la paz, todos debemos enfrentarnos a amenazas a la seguridad de nuestra nación -- incluyendo el aumento en el peligro de naciones proscritas y terrorismo.  Defenderemos nuestra seguridad dondequiera que se nos amenace, como hicimos este verano cuando atacamos la red de terror de Osama ben Laden.  Las bombas en nuestras embajadas en Kenya y Tanzania nos recuerda de nuevo los riesgos a que se enfrentan todos los días los que representan a los Estados Unidos ante el mundo.  Así que dámosles el apoyo que necesitan, los centros de trabajo más seguros que sean posibles, y los recursos que deben tener para que los Estados Unidos pueda seguir ejerciendo el liderazgo.  (Aplausos.)

Debemos trabajar para impedir que los terroristas interfieran las redes de computadoras.  Debemos trabajar para preparar a las comunidades locales para emergencias biológicas y químicas, para apoyar investigaciones de vacunas y tratamientos.

Debemos aumentar nuestros esfuerzos para restringir la expansión de armas y proyectiles nucleares, de Corea a India y Paquistán.  Debemos expandir nuestro trabajo con Rusia, Ucrania y otras antiguas naciones sovíticas para proteger materiales y tecnología nucleares de modo que nunca caigan en manos indebidas.  Nuestro presupuesto equilibrado aumentará los fondos para estos esfuerzos críticos en casi dos tercios durante los próximos cinco años.

Con Rusia, debemos seguir reduciendo nuestros arsenales nucleares.  El tratado START II y el marco al cual ya hemos convenido para START III pudiera reducirlos en un 80 por ciento de su nivel màximo durante la Guerra Fría.

Han pasado dos años desde que firmé el Tratado de Amplia Prohibición de Pruebas.  Si no hacemos lo correcto, tampoco lo harán otras naciones.  Pido al Senado que dé este paso vital:  Aprobar el tratado ahora, para hacer más difícil que otras naciones desarrollen armas nucleares y para garantizar que podemos poner fin a las pruebas de las armas nucleares para siempre.  (Aplausos.)

Por casi una década, Irak ha desafiado sus obligaciones de destruir sus armas de terror y los proyectiles para lanzarlas.  Los Estados Unidos seguirèn deteniendo a Saddam -- y trabajaremos para el día en que Irak tenga el gobierno que su pueblo merece.  (Aplausos.)

Ahora bien, el mes pasado, en nuestra acción sobre Irak, el desempeño de nuestras tropas fue excelente.  Su misión se ejecutó tan impecablemente que podríamos correr el riesgo de pensar que no requería de la bravura y  la habilidad que fueron desplegadas.  El capitán Jeff Taliaferro, un veterano de diez años con la Fuerza Aérea, fue el piloto de un bombardero B-1B sobre Irak cuando atacábamos la máquina de guerra de Saddam.  Esta noche está aquí con nosotros.  Me gustaría pedirles que rindan honores a él y a los 33,000 hombres y mujeres de la Operación Zorro del Desierto.

Capitßn Taliaferro.  (Aplausos.)

Es hora de echar atrás el descenso en gastos de defensa que comenzó en 1985.  (Aplausos.)  Desde abril, juntos hemos añadido casi 6 mil millones de dolares para mantener nuestro grado de preparación militar.

Mi presupuesto equilibrado pide un aumento sostenido durante los próximos seis años para estar preparados, para la modernización, y para pagos y prestaciones para nuestras tropas y sus familias.  (Aplausos.)

Somos los  herederos de un legado de valor representado en cada comunidad de los Estados Unidos por millones de nuestros veteranos.  Los defensores de los Estados Unidos hoy en día aún están listos al momento de recibir la noticia para ir adonde las comodidades son pocas y los peligros muchos, para hacer lo que se necesite hacer como nadie más lo puede hacer.  Siempre han cumplido con los Estados Unidos.  Debemos cumplir con ellos.  (Aplausos.)

El nuevo siglo exige nuevas asociaciones para la paz y la seguridad.  Las Naciones Unidas desempeñan un papel crucial, con aliados que comparten cargas que de otro modo los Estados Unidos tendrán que llevar solos.  Los Estados Unidos necesitan una ONU fuerte y eficaz.  Quiero trabajar con este nuevo Congreso para cumplir con nuestras obligaciones y responsabilidades.  (Aplausos.)

Debemos seguir apoyando la seguridad y estabilidad en Europa y Asia -- expandiendo la OTAN y definiendo sus nuevas misiones; manteniendo nuestra alianza con Japón, con Corea, con nuestros otros aliados asiáticos; e involucrando a China.

En China, el año pasado, dije a los dirigentes y al pueblo lo que me gustaría decir de nuevo esta noche:  La estabilidad ya no puede comprarse a costa de la libertad.  (Aplausos.)  Pero también me gustaría decir de nuevo al pueblo norteamericano: Es importante no aislar a China.  Mientras más acerquemos a China al mundo, más cambio y libertad traeré el mundo a China.  (Aplausos.)

La primavera pasada, con algunos de ustedes, viajé a África, donde vi la democracia y la reforma en aumento, pero aún restringida por la violencia y las enfermedades.  Debemos fortalecer la democracia y paz africanas lanzando Radio Democracia para África, respaldando la transición a la democracia que está comenzando en Nigeria, y pasando la Ley de Comercio y Desarrollo de África.  (Aplausos.)

Debemos continuar profundizando nuestros lazos con las Américas y el Caribe; nuestro trabajo en común para educar niños, luchar contra las drogas, fortalecer la democracia y aumentar el comercio.  En este hemisferio todos los gobiernos, con excepción de uno, son libremente elegidos por su pueblo.  Estamos determinados a que Cuba, también, conozca las bendiciones de la libertad.  (Aplausos.)

El pueblo norteamericano ha abierto su corazón y sus brazos a nuestros vecinos centroamericanos y caribeños que han sido tan devastados por huracanes recientes.  En colaboración con el Congreso, me comprometo a ayudarles a reconstruir.  Cuando la Primera Dama y Tipper Gore visitaron la región, vieron miles de nuestras tropas y miles de voluntarios norteamericanos.  En la República Dominicana, Hillary ayudó a rededicar un hospital que había sido reconstruido por dominicanos y norteamericanos, trabajando uno junto al otro.  Con ella estaba otra persona que ha sido muy importante para los esfuerzos de ayuda.

Ustedes saben, los récords de deportes se hacen y, tarde o temprano, se baten.  Pero mejorar la vida de otras personas y mostrar a nuestros niños el verdadero significado de hermandad -- eso dura para siempre.  Así es que, por muchas más razones que su éxito en el béisbol, Sammy Sosa es un héroe en dos países esta noche.  Gracias.  (Aplausos.)

Así que les digo a todos, si hacemos estas cosas -- si buscamos la paz, combatimos el terrorismo, aumentamos nuestra fuerza, renovamos nuestras alianzas -- comenzaremos a satisfacer la responsabilidad histórica de nuestra generación de construir unos Estados Unidos del Siglo XXI más fuertes en un mundo más libre y más pacífico.

Al igual que el mundo ha cambiado, también lo han hecho nuestras comunidades.  Debemos hacerlas más seguras, más habitables y más unidas.  Este año, alcanzaremos nuestra meta de 10,000 agentes de policía de comunidades -- antes de tiempo y por debajo del presupuesto.  (Aplausos.)  La Ley Brady ha impedido que un cuarto de millón de elementos delictivos, fugitivos y malhechores al acecho compren pistolas y revólveres.  Y, ahora, la tasa de asesinatos es la menor en 30 años y la tasa de delitos se ha reducido seis años consecutivos.  (Aplausos.)

Esta noche, propongo una ley antidelictiva del siglo XXI para desplegar las últimas tecnologías y tàcticas a fin de hacer nuestras comunidades aún màs seguras.  Nuestro presupuesto equilibrado ayudarà a desplegar en la calle 50,000 policías màs, en las àreas màs afectadas por la delincuencia -- y a equiparlos con nuevas herramientas, desde computadoras para detectar àreas delictivas hasta fotos digitales.  Debemos romper el ciclo mortal de las drogas y el delito.  Nuestro presupuesto expande el apoyo a las pruebas y tratamientos contra las drogas, al decirles a los prisioneros:  Si sigues usando drogas, tendràs que permanecer tras las rejas.  Y a los que estàn libres bajo palabra:  Si deseas conservar tu libertad, debes permanecer libre de drogas.  (Aplausos.)

Pido que el Congreso restablezca el periodo de espera de cinco días para comprar armas de fuego --(aplausos) -- y extienda la Ley Brady para impedir que menores de edad que cometen delitos violentos compren una pistola o un revólver.  (Aplausos.)

Debemos hacer más para mantener nuestras escuelas como los lugares más seguros de nuestras comunidades.  El año pasado, todos los norteamericanos se horrorizaron y a todos se les partió el corazón debido a las tràgicas matanzas en Jonesboro, Paducah, Pearl, Edinboro, Springfield.  Nos conmueven profundamente los valerosos padres que ahora trabajan para mantener las armas de fuego fuera del alcance de niños y realizan esfuerzos para que otros padres no tengan que experimentar la pérdida que ellos sufrieron.

Después de que perdió a su hija, Suzann Wilson de Jonesboro, Arkansas, vino aquí a la Casa Blanca con una poderosa súplica. Dijo,  Por favor, por favor, por sus hijos, guarden sus armas de fuego bajo llave.  No permitan que lo que pasó en Jonesboro pase en su pueblo o ciudad.  Es un mensaje por el que ella aboga con pasión todos los días.

Suzann està aquí con nosotros esta noche, con la Primera Dama.  Me gustaría agradecerle su valor y dedicación.  Gracias.  (Aplausos.)

En memoria de todos los niños que perdieron la vida en violencia escolar, les pido que refuercen la Ley de Escuelas Seguras y Libres de Drogas, que pasen leyes que requieran que las armas estàn fuera del alcance de niños, que hagan todo lo posible para conservar la seguridad de nuestros niños.  (Aplausos.)

Hace un siglo, el Presidente Theodore Roosevelt definió nuestra gran tarea central como dejar esta tierra para nuestros descendientes aún mejor de lo que es para nosotros.  Hoy, estamos restableciendo los Everglades de la Florida, salvando a Yellowstone, preservando los cañones rocosos rojos de Utah, protegiendo las secoyas de California y nuestras valiosas costas.  Pero nuestro nuevo reto màs ominoso es el peligro del recalentamiento global.  1998 fue el año màs caluroso que se haya registrado jamàs.  Las olas de calor, inundaciones y tormentas del año pasado son sólo una indicación de lo que tendràn que soportar las generaciones futuras si no actuamos ahora.

Esta noche propongo un nuevo fondo de aire puro para ayudar a que las comunidades reduzcan la retención de calor de la luz del sol en la superficie de la tierra y otro tipo de contaminación, así como incentivos fiscales e inversiones para estimular la tecnología de energía limpia.

Y deseo trabajar en colaboración con miembros del Congreso de ambos partidos para recompensar las companías que tomen medidas tempranas y voluntarias para reducir los gases de retención del calor de la luz solar.  (Aplausos.)

Todas nuestras comunidades se enfrentan a un reto de preservación, a medida que crecen y se reducen las àreas verdes.  Todos los días se pierden casi tres mil hectóreas de tierra cultivable y espacios abiertos.  En respuesta, propongo dos iniciativas principales:  Primero, una Agenda de Habitabilidad de mil millones de dólares para ayudar a que las comunidades conserven espacios abiertos, reduzcan la congestión de trànsito y crezcan en modos que mejoren la calidad de vida de todos los ciudadanos.  (Aplausos.)  Y segundo, una Iniciativa de Herencia de Tierras de mil millones de dólares para preservar lugares de belleza natural en todas partes del país -- desde la selva màs remota hasta el parque urbano màs próximo.  (Aplausos.)

Estas son verdaderamente iniciativas extraordinarias, que no hubieran podido desarrollarse sin la guía visionaria del Vicepresidente, y quiero agradecerle mucho su dedicación a esto.  (Aplausos.)

Ahora bien, para obtener el màximo de su comunidad, hay que dar algo en cambio.  Por eso hemos creado el AmeriCorps -- nuestro programa nacional de servicio que da a la generación de hoy la oportunidad de servir a sus comunidades y ganar dinero para la universidad.

Hasta el momento, en sólo cuatro años, 100,000 jóvenes norteamericanos han construido viviendas para personas de bajos ingresos, a través de Habitat para la Humanidad, han ayudado como tutores a niños por medio de las iglesias, han trabajado con FEMA para aliviar la carga de desastres naturales y han realizado otros incontables actos de servicio que han mejorado el país. Pido al Congreso que dió a màs jóvenes norteamericanos la oportunidad de seguir su ejemplo y servir a Norteamérica en AmeriCorps.  (Aplausos.)

Ahora, debemos trabajar tanto para renovar nuestra comunidad nacional como para el siglo XXI.  El año pasado la Cámara de Representantes pasó la legislación bipartidaria de reforma financiera de campaña patrocinada por los Representantes Shays y Mehan y los Senadores McCain y Feingold.  Pero una minoría partidista en el Senado bloqueó la reforma.  Así que me gustaría decirle a la Càmara: Piénsenla de nuevo, con rapidez.  (Aplausos.)  Y me gustaría decirle al Senado:  Espero que digan que sí a una democracia norteamericana mßs fuerte en el año 2000.  (Aplausos.)

Desde 1997, nuestra Iniciativa sobre Razas ha tratado de tender un puente sobre las divisiones entre nuestro pueblo.  En su informe del otoño pasado, la Junta Asesora de la Iniciativa halló que los norteamericanos realmente quieren que nuestro pueblo se acerque cruzando líneas raciales. Sabemos que ha sido un viaje largo.  Para algunos, se remonta a antes del principio de nuestra República; para otros, se remonta a la Guerra Civil; para otros, a lo largo del siglo XX.  Pero para la mayoría de los que estamos vivos hoy, en un sentido muy real, este viaje comenzó hace 43 años, cuando una mujer llamada Rosa Parks se sentó en un ómnibus en Alabama, y se negó a levantarse.  Esta noche esta mujer està sentada con la Primera Dama, y hoy puede decidir quedarse sentada o levantarse.  Gracias, Rosa.  (Aplausos.)

Sabemos que nuestros problemas raciales continuados se agravan, como dijo la Iniciativa Presidencial, por las lagunas en las oportunidades.  La iniciativa que he mencionado esta noche servirà para reducir las lagunas. Pero sabemos que la lagunaa de la discriminación no se ha cerrado por completo tampoco.  La discriminación o violencia por motivo de raza o religión, ascendencia o género, incapacidad u orientación sexual, está mal, y debe ser ilegal.  Por consiguiente, pido al Congreso que haga que la Ley de No Discriminación en el Empleo y la Ley de Prevención de Crímenes de Odio sean las leyes que nos rijan.  (Aplausos.)

Ahora bien, ya que cada persona en los Estados Unidos cuenta, se debe tener en cuenta a todos los norteamericanos.  Necesitamos un censo que use modos científicos modernos para hacerlo.  (Aplausos.)

Nuestros nuevos inmigrantes deben formar parte de nuestros Estados Unidos que son Una sola Nación.  Después de todo, están revitalizando nuestras ciudades, energizando nuestra cultura, construyendo nuestra economía.  Tenemos una responsabilidad de hacerlos sentirse bienvenidos aquí; y ellos tienen la responsabilidad de incorporarse al ritmo de vida norteamericana.  Eso significa aprender inglés y aprender sobre nuestro sistema de gobierno democrático.  Ahora existen largas filas de inmigrantes que están tratando de hacer exactamente eso.  Por consiguiente, nuestro presupuesto expande considerablemente nuestros esfuerzos para ayudarlos a hacer frente a esa responsabilidad.  Espero que ustedes lo respalden.  (Aplausos.)

Sea que nuestros antecesores hayan venido aquí en el Mayflower, en buques de esclavos, hayan venido a Ellis Island o por el aeropuerto de los Angeles, sea que hayan llegado ayer o deambulado por esta tierra hace mil años -- nuestro gran reto para el siglo XXI es encontrar el camino para nuestra Nación única.  Podemos hacer frente a los otros retos si podemos avanzar como Una Nación.

Saben, apenas en 300 días a partir de ahora, cruzaremos ese puente al nuevo milenio.  Este es un momento, como ha dicho la Primera Dama, para respetar el pasado e imaginar el futuro.

Me gustaría dedicar un minuto a rendirle tributo a ella.  Por dirigir nuestro Proyecto del Milenio, por todo lo que ha hecho por nuestros niños, por todo lo que ha hecho en su papel histórico para servir a nuestra naciòn y nuestros mejores ideales dentro del país y en el extranjero, le rindo honores.  (Aplausos.)

El año pasado, pedí al Congreso y a todos los ciudadanos que marcaran el milenio salvando los tesoros del país.  Hillary ha viajado a través de todo el país para inspirar reconocimiento y apoyar que se conserven lugares como la Fàbrica de Inventos de Tomàs Edison o la casa de Harriet Tubman.  Ahora tenemos que preservar nuestros tesoros en todas las comunidades.  Y esta noche, antes de concluir, deseo invitar a todos los pueblos, a todas las ciudades, a todas las comunidades a que reciban reconocimiento nacional como la comunidad del milenio, mediante el lanzamiento de proyectos que conserven nuestra historia, promuevan nuestras artes y humanidades, preparen a nuestros niños para el siglo XXI.

Ya, la respuesta ha sido notable.  Y quiero decir unas palabras de agradecimiento especial a nuestros socios del sector privado y a miembros del Congreso de ambos partidos por su apoyo.  He aquí un ejemplo:  Debido a ustedes, la insignia nacional, la Bandera de Estrellas Centelleantes se preservarà para el futuro.  En pequeñas y grandes medidas, al percibirse el nuevo milenio, estamos manteniendo vivo lo que George Washington llamó el sagrado fuego de la libertad.

Hace seis años, ocupé el cargo en un tiempo de duda sobre los Estados Unidos, con nuestra economía atribulada, nuestro déficit alto y nuestro pueblo dividido.  Algunos hasta se preguntaban si nuestros mejores días ya habían transcurrido. Pero a través de este país, en mil barrios, he visto -- incluso entre el dolor y la incertidumbre de la recesión -- el verdadero corazón y el verdadero caràcter de Norteamérica.  Supe entonces que nosotros los norteamericanos podamos renovar este país.

Esta noche, mientras pronuncio el último discurso de Estado de la Unión del siglo XX, nadie en el mundo puede dudar de la resolución permanente y capacidad sin límites del pueblo norteamericano para trabajar hacia la unión màs perfectaö del sueño de los forjadores de nuestra nación. Estamos ahora al final de un siglo en que generación tras generación de norteamericanos respondió al llamado de grandeza, superando la Depresión, elevando al desposeido, derribando barreras de prejuicio racial, creando la clase media mßs numerosa de la historia, ganando dos guerras mundiales y la larga batalla crepuscular de la Guerra Fría.

Debemos todos estar profundamente agradecidos por el magnífico logro de los que nos precedieron en este siglo. Pero quizás, bajo la presión de los sucesos que ocurren a diario, y en medio del choque de la controversia, no vemos nuestro propio tiempo como lo que realmente es -- una nueva aurora para Norteamérica.

En cien años a partir de esta noche, otro presidente norteamericano se presentarà en este lugar y rendirà un informe sobre el Estado de la Unión.  él -- o ella -- (aplausos) -- él o ella mirará retrospectivamente en un siglo XXI formado en gran medida por las decisiones que tomemos hoy.  De modo que se diga de nosotros que no sólo pensábamos en nuestros tiempos, sino en los de ellos;  que alcanzamos tan alto como nuestros ideales; que pusimos de lado nuestras diferencias y encontramos una nueva hora de restauración y esperanza; que nos unimos para servir y fortalecer la tierra que amamos.

Compatriotas norteamericanos, este es nuestro momento.  Alcemos los ojos como una nación, y desde la cima de la montaña de este Siglo Norteamericano, miremos hacia el próximo -- pidiendo la bendición de Dios a nuestros empeños y a nuestro amado país.

Gracias y buenas noches.
 

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